(La Nación/Lugares) Aunque pasaron tres meses cerrados por el aislamiento social, el 12 de junio el chef propriétaire argentino Mauro Colagreco levantó nuevamente las persianas de Mirazur con un concepto gastronómico ultra vanguardista que está basado en el ciclo lunar – y ya tiene el salón completo hasta fin de año.
El apetito de los comensales europeos con ganas de volver a salir a comer después de la cuarentena obligatoria es feroz, y más aún si se trata d el mejor restaurante del mundo, tal como lo nombró The World’s 50 Best Restaurants en 2019. Si muchos piensan que la única solución de la gastronomía es que los líderes de la alta cocina reconsideren sus estrategias con un approach más amigable o más económico, Mauro y su Mirazur son la prueba de que no hace falta cambiar un camino establecido.
Esto no quiere decir que el renombrado chef platense, que también obtuvo tres estrellas Michelin, no haya implementado cambios. Durante estos tres meses de primavera francesa, Mauro bajó varios cambios: se encontró cocinando dos veces por semana para el hospital de Menton, el pueblo francés donde se encuentra Mirazur, y cultivando vegetales del huerto de su restaurante. Aprovechó el tiempo para concebir una nueva dinámica, mejor dicho, biodinámica para la reapertura cuando presentó el nuevo Menú Universo Mirazur, basado en el ciclo lunar.
“Cuando Francia implementó el aislamiento social el 14 de marzo, algunos miembros del equipo quedamos en Menton y cocinamos para el hospital local todos los martes y jueves durante casi dos meses,” cuenta Mauro. “Cuando yo no estaba en la cocina, el confinamiento lo viví en el jardín y en el huerto de Mirazur, cosechando verduras y haciendo canastas para vender a los vecinos.”
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